El liderazgo como timón de la cultura
Cuando la incertidumbre aumenta, las personas buscan referencias claras que les transmitan confianza y sentido de dirección. En esos momentos, los líderes tienen la responsabilidad de convertirse en el timón que sostiene la cultura y protege el bienestar emocional. El liderazgo auténtico no se limita a inspirar con discursos. Se demuestra en gestos cotidianos: la capacidad de escuchar sin juzgar, reconocer las emociones del equipo y actuar con coherencia. Estas conductas construyen entornos donde las personas se sienten vistas, valoradas y comprendidas. En contextos de alta complejidad, la forma en que un líder gestiona su propia emocionalidad también envía un mensaje.